martes, 24 de mayo de 2011

La historia la escriben los que ganan


Caprichos de la liquidez y el metálico circulante: justo en la semana del primer aniversario del aquel histórico triunfo de All Boys ante Central, en Rosario, por la Promoción, cayó en mis manos un billete de 10 pesos que lucía una juguetona intervención futbolera.

Se trata de un sello, evidentemente manufacturado en algún rincón de Rosario, evidentemente manejado por algún hincha de Newell’s, que se mofa de Central con la leyenda que aquí se puede ver: “A la ‘B’ por ‘sin aliento’.”

Si bien implica ocasionar cierto daño a un bien público, intervenir billetes para convertirlos en soporte de algún tipo de mensaje que no es el monetario, es una práctica divertida y azarosa, ya que el recorrido y los destinatarios del mensaje en cuestión son imprevisibles: quizás ese billete salió –supongamos lo obvio– del Parque Independencia, y a partir de allí viajó –a caballito del consumo del mercado interno– por San Fernando del Valle de Catamarca, Olavarría, Trenque Lauquen, Ushuaia, La Quiaca (siempre van juntas), la Base Marambio, Hurlingham, Pico Truncado, Concordia, no sé dónde más, y finalmente arribó a Floresta. Más precisamente, a mis manos.

La única objeción es la imprecisión: Rosario Central no se fue al descenso por la falta de aliento que señala el anónimo autor de la intervención al billete; sino por los méritos de aquel Albo liderado por Pepe Romero y Roberto Bugallo, y conformado por Nicolás Cambiasso, Jonathan Ferrari, Cristian Vella, Carlos Madeo, Fernando Fayart, Carlos Soto, Armando Panceri, Marcelo Vieytes, Fernando Sánchez, Emanuel Perea, Lionel Coudannes, Ariel Zárate, Matías Pérez García, Agustín Torassa, Mauro Matos, Pablo Solchaga y Mariano Campodónico.

Ya lo gasté. La plata se vuela, la gloria se queda.

1 comentario:

  1. Algún cablecito debe haber, porque sin haberte leído yo también metí a la australísima y patriótica Base Marambio en mi nota de Facebook... ja. Muy loco.
    De paso va un abrazo Javier, el placer de haberte conocido, y duplicado por haber compartido una noche inolvidable.

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