martes, 29 de enero de 2013

Apretando bien las muelas

Pronóstico de mal semestre para las piezas dentales en Floresta. Para quedarnos en Primera, vamos a tener que apretar los dientes. Fuerte, fuerte. Hasta que se agrieten los molares. Hasta que se desafilen los colmillos. Hasta que saquen chispas los incisivos. Hasta que las encías empiecen a soltar sangre (blanca y negra) y nos digan: “Che, loco, pará, no es para tanto, es solamente fútbol”. 
 
Pero los hinchas de All Boys sabemos que no es solamente fútbol. El centenario del club está aquí nomás, estamos en Primera y la felicidad vive hace rato en nuestros corazones. Y no queremos perderla. Es cierto que nadie te quita lo vivido, nadie te quita lo festejado. Pero sería una pena que tanta gloria se resquebraje en sólo seis meses. 
 
Las partidas de Mauro Matos y de Juan Pablo Rodríguez son, necesariamente, malas noticias. Un goleador-héroe y un símbolo del Albo en Primera no se consiguen fácil. Me pareció bien la apuesta por Manuel Caspary, aunque las apuestas -timbas al fin- deberían ser primero para juveniles (un tema pendiente para el Álbum Blanco), y recién después, para goleadores del Ascenso. Ignoro si vendrá alguien más, pero sí sé que si antes no nos sobraba nada, ahora, definitivamente, nos faltan unas cuántas cosas. 
 
En Floresta estamos acostumbrados a pelear en inferioridad de condiciones. Es lo que nos espera, una vez más. Aunque nunca, desde el regreso a Primera, estuvimos tan débiles. “Todo tiene un final triste, si se espera lo suficiente”, escribió alguna vez, con fina mala leche, Alejandro Dolina. Ojalá los hinchas de All Boys tengamos que esperar mucho más que seis meses para que vuelvan las malas.