martes, 24 de julio de 2012

Genes, memes, futbolemes


Alguna vez, acaso después de una final perdida, o de una de aquellas frecuentes frustraciones de antaño; mi viejo, viéndonos a mis hermanos y a mí, niños entonces, amargados por la ocasional derrota del Albo; admitió algo parecido a la culpa por habernos trasladado el sentimiento de amor por una camiseta sufrida.


Pasa que esto no es un tema de conveniencia. Así como la información biológica se traslada de generación en generación (dicen) vía genes, y así como la información cultural se traslada (dicen) vía memes, el Álbum Blanco postula que la información futbolística se traslada (decimos) vía futbolemes.


Aquí no se puede trampear. Los futbolemes viajan a través de los ovarios o –fundamentalmente– de los espermatozoides. Y constituyen una herencia familiar, única, inmodificable.


Me toca estar del otro lado del mostrador ahora. Y son tiempos más gratos, estos, para ser hincha de All Boys, para nacer hincha de All Boys. Festejamos el centenario en Primera, vacunando grandes, soñando en grande, viendo la Historia grande del club desde la tribuna.


Me toca extender con amor esta identidad, legar con amor esta pertenencia, enseñar con amor este amor. Me toca agrandar la familia blanquinegra, la estirpe, la especie. Me toca pasar los futbolemes: acaso, mis genes más extraños.