martes, 15 de junio de 2010

Un nuevo paradigmA

Y de golpe ya nada es lo mismo en la relación con el fútbol; más allá del Mundial, y hasta de las expectativas por los refuerzos del Albo y de las polémicas por los jugadores que se fueron. Huelo que comienza un vínculo nuevo, con muy poco que ver con aquello que All Boys fue para mí durante toda mi vida.

Se fue esa sensación de hincha de la utopía (¡aguante Deportivo Utopía!), desapareció esa convicción de ser hincha de una causa indefendible (¡vamos, vamos, Atlético Causa Indefendible!), se esfumó ese espíritu de hincha de una secta desconocida (¡olé, olé, olé, olé; Club Secta Desconocida!).

¿Estoy diciendo que voy a extrañar esos partidos de sábado de invierno, a las 15 horas, ante escaso público y frente a equipos lamentables cuyos nombres –Berazategui, Flandria, Laferrère–, y lo digo de onda, generan hilaridad? Y, no, no los voy a extrañar. En todo caso, sí extrañaré tener doce años, e ir con mi viejo a compartir ese espectáculo imposible y áspero, pero tan vinculado a mi identidad.

Bienvenidas sean la grandeza, la bonanza, la euforia, el éxito, la fama… las buenas que ya iban a venir, y que de golpe, vinieron.

1 comentario:

  1. Vos fijate Javier que distinto lo veo yo con 58. A mis veinte deliré en Huracán y luego, con mi juventud y amigos y hasta casarme, jugar en Vélez, Racing, Boca, River fue para mí lo mas normal. Cierto que padecí la angustia del descenso muchas veces hasta que se produjo, pero nunca imaginaría esperar 30 años para volver. Es por eso que para mí, All Boys ES DE PRIMERA sin importar cuánto duremos o haya que esperar para volver.
    Pero ¡cómo no voy a entender a aquellos que no conocieron esos tiempos! Que nacieron y sin saberlo ya estaban esperando volver. Que se curtieron en canchas que nunca merecimos. Pero que, criados en el sufrimiento y la utopía, forman una generación Alba de la que
    nosotros los "viejitos" nos enorgullecemos y satisfechos, entregamos al futuro.

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