miércoles, 18 de agosto de 2010

Inspectores, policías e hinchas de Boca Sársfield

La euforia que se vive en Floresta por este maravilloso presente en Primera convive, sin embargo, con la sensación de estar enfrentando a una corporación inquietante, en la que se toman de la mano y se besuquean los inspectores del Gobierno de la Ciudad (un saludo al ex presidente de Boca y actual jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri), la Policía Federal (un saludo al ex jefe político de la Policía y actual jefe de Gabinete y vicepresidente de Quilmes, Aníbal Fernández) y la tiroteadora y rompe-canchas barra brava de Vélez (un saludo a los que decían que Vélez es un club modelo).

Es interesante reconstruir la trama que lleva a que, este domingo, los hinchas de All Boys nos quedemos sin la oportunidad de recibir a Boca en el Islas Malvinas, a pesar de que tenemos un estadio hermoso, moderno, cómodo, donde los socios del Albo pueden ver el partido sin alambrado que los separe de la cancha, con la civil y adulta responsabilidad de mantener el orden y la paz.

Hace como cinco años –me toco el izquierdo– que los hinchas de All Boys somos ejemplo de conducta en Floresta. Nos tocó ser los primeros campeones de la historia del fútbol argentino sin público visitante, y no hubo el menor episodio brusco. Nos tocó sufrir un robo arbitral, como locales, en el partido de ida de la Promoción con Rosario Central, y no hubo el menor atisbo de incidentes. Esta semana nos tocó presenciar cómo los hinchas de Vélez, sin motivo aparente, destruían una tribuna en nuestro estadio, y no hubo el menor intento de reacción violenta.

¿A quién culpamos por perder la localía?

¿Deberíamos enojarnos con los inspectores del Gobierno de la Ciudad? Son los mismos que están bajo la lupa por el derrumbe de un gimnasio, hicieron todo lo posible por clausurar sin motivo serio el Islas Malvinas en la previa del choque con Vélez, y el mismo día del partido, cuando los jugadores todavía se estaban duchando, ya volvían a arremeter con cintas de clausura. Son los mismos que están dirigidos por Macri, mandamás en las sombras de Boca.

¿Deberíamos enojarnos con la Policía Federal? Como bien consigna aquí el diario La Nación, los numerosos policías estaban con los brazos cruzados en la tribuna, mientras un puñado de hinchas de Vélez intentaba una demolición. Si a la Policía se le pagara por objetivo cumplido, los que estuvieron en la tribuna Miranda no deberían cobrar un peso.

¿Deberíamos enojarnos con los hinchas de Vélez? Tres días después de un tiroteo entre facciones velezanas, este grupito con presuntos vínculos económicos, laborales y políticos con el Gobierno de la Ciudad Xeneize; arremetió contra la tribuna, rompió un alambrado y privó al hincha del Albo del gustazo de ser local contra Boca.

No sé con quién habría que enojarse.

Es una lástima que, cuando un club está tan feliz, hace los deberes, da ejemplos de conducta e invierte en un estadio fantástico al que –como aquí el diario Olé– se lo compara con los de la Premier League inglesa, aparezcan las instituciones policiales, municipales y criminales para dejarnos sin la hermosa oportunidad social y deportiva que habría significado recibir a Boca en Floresta, apenas tres años después de haber recibido a Tristán Suárez. Ojalá ni All Boys ni Boca se vayan al descenso este año, así la temporada que viene podemos darnos el gusto.

Me conformo con una chicana. Los barrabravas de Vélez juegan para Boca y hay que comprenderlos: los hinchas de equipos chicos suelen simpatizar también por un club grande, y así como algunos hinchas del Albo compartirán su corazón con River o San Lorenzo; queda claro que esos hinchas de Vélez juegan para Boca. O para algún ex presidente de Boca que les paga, quizás, con dinero de los contribuyentes porteños.

Traigan alegrías, los complots sobran.

4 comentarios:

  1. qué decir...todos de boca-belez son putos....ALL BOYS SOBRE TODO,abrazos desde Grecia

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  2. Hola Javier, muy buena la denuncia pero me parece que te quedaste corto. La conspiración anti-alba es mucho más grande e incluye a Fontevecchia, Perfil, la Rock & Pop y todo el grupo Garfunkel. Justo cuando el Ogro la empieza a meter en los entrenamientos sale esa tapa desmoralizadora con la Vanucci y su nuevo novio empresario. Igual, no pasarán!!! Abrazo, nos vemos el domingo

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  3. disfrutando de la victoria sobre Boca, ya de humorada: Fabbiani de blanco y negro es más parecido a la vaca del pecho...

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